26 de mayo de 2009

La pregunta



Fue sólo una pregunta pero la decisión ya estaba tomada, aún así esperé algunos segundos para estar segura de mi respuesta… no hubo mucho qué pensar pues habíamos estado coqueteando con la idea de estar juntas por siempre desde el principio. Para cuando me diste esa pequeña insinuación, el si ya bailaba frente a mi.

Fue más rápido de lo que pensaba, de lo que había planeado, pero fue necesario. Trataba de ir a pasitos pequeñitos tímidos y temerosos mientras me empujabas y jalabas con tus prisas y tus ansias. Al inicio desee ir lento para conocerte mejor, “construir una base sólida para una relación estable” y todas esas cosas que se dicen… pero supe que tanta paciencia mía terminaría por desilusionarte.

No lo lamento, leerte pedirme ser tu novia ha sido de lo más hermoso que he leído; y luego oírte pedírmelo de nuevo, y en cada ocasión decir si, por supuesto que si, claro que si. No hay otra respuesta porque no hay otra cosa que desee más que estar contigo, siempre contigo, sintiéndote mía tanto como me siento tuya.

7 de mayo de 2009

Memorias



¿Te había contado que mi mente acostumbra olvidar de todo?


Ahora me toca revivir nuestro pasado, concentrarme en detalles que había dejado a un lado para enfocarme en ti y sólo en ti. Ahora tenía que analizarme a mi misma y descubrir las razones por las que hice o dije muchas cosas… y no fue fácil.


No lo fue porque al mismo tiempo me enfrentaba a mis miedos. Ya había aceptado la posibilidad de que sintieras una atracción verdadera por mi pero no entendía porqué, no entendía qué habías visto en mi y para aumentarlo todo estaba mi desconfianza.


Desde pequeña aprendí a no esperar nada de nadie, ni siquiera que la gente mantuviera sus promesas, no me permití confiar en nadie y ahora tenía que tomar una decisión: Tomar tus palabras sin conocerte y confiar en ellas como verdaderas dejando de tener miedo o terminar con todo esto.


…y confié.


Confié a ciegas, aún con dudas pero esperando irlas resolviendo.


¿Porqué abrió un blog?, ¿porqué no me ha dicho nada?, ¿porqué sigue siendo cariñosa?… porqué, porqué, porqué… y mi mente no se callaba.


¿Porqué yo?…


¿Porqué no?…


Y lo único que sobrevivió fue el deseo de sentir este cariño fluir y convertirse en amor, sentir este placer de conocerte y descubrirte y sentir que todo esto era posible… perfectamente posible…


tu y yo…


juntas.